Los vecinos de Madrid se quejan del olor y la suciedad. Uno asegura que la ciudad “está hecha una mierda”, mientras otro cuenta que “uno se deprime viendo la basura”. También se quejan los turistas que dicen ver Madrid “un poco sucia”.

Donde crecen árboles, nacen colillas. Además, las terrazas se aderezan de toques de basura y los restos de orina están donde no deberían. Los sindicatos aseguran que la reducción en los servicios de limpieza de la ciudad se nota. “Somos menos personal y la frecuencia con la que se limpia una calle si antes era diaria, ahora es de tres días”, afirma Juan Carlos López, secretario general de UGT ABSA-FCC.

Plataformas vecinales de Vallecas, La Latina y Arganzuela ya han presentado sus quejas al Ayuntamiento. Una portavoz cuenta que el Consistorio “siempre dice que el protocolo de limpieza es el adecuado, pero eso no es cierto”.

La situación en el centro tampoco se salva, ya que se pueden encontrar en algunas zonas contenedores a rebosar con residuos amontonados en la acera. Las únicas que parecen estar contentas con esta situación son las palomas.