El Ayuntamiento de Burgos ha comunicado que los focos del incendio están controlados aunque no extinguidos, lo que anula el riesgo de que se vea afectado un depósito con miles de litros de amoniaco.

La decisión de que puedan regresar a su casas los vecinos se ha adoptado tras una medición ambiental que ha concluido que los niveles tóxicos en la atmósfera son negativos, con cero partículas de amoniaco, lo que descarta el temor de que hubiera reventado alguna de las tuberías que distribuye esta sustancia por el interior de la factoría incendiada.

Los vecinos fueron evacuados esta mañana y, aunque la mayor parte de ellos se realojó con vecinos o familiares, 140 fueron acogidos entre el polideportivo municipal Talamillo y el centro cívico Río Vena, donde han sido atendidos por los servicios sociales del Ayuntamiento, Cruz Roja y psicólogos.