Dolores es invidente, tiene que hacerse unas pruebas médicas y Encarni será sus ojos. "Me acompaña a las pruebas, me acompaña a las consultas, me deja en la calle en el taxi y luego me voy a casa", comenta Dolores. Es una persona de acogida, un acompañante para que Dolores no este sola.

"Este informador, esta persona de acogida no sustituye a un profesional, sustituye a ese familiar que no ha podido acompañar al paciente", añade Ángeles García, Jefa Servicio Inf. y Atención al Paciente Hospital de Getafe.

Forma parte de un proyecto de humanización de los hospitales de la Comunidad de Madrid, que es pionero en España. "Se trata de dar una atención personalizada, tener cuidado con los pequeños detalles", asegura Julio Zarco, Director y Coordinador de Atención al Ciudadano y Humanización.

En esta unidad de pediatría intentan que los niños no se acuerden de que están en un hospital. "El niño siempre asocia la diversión con su vida normal", comenta Victoria Rodríguez, Enfermera de pediatría del Hospital Universitario Infanta Leonor.

Para eso también están los doctores sonrisa, ellos les acompañan a la puerta del quirófano para que se duerman sin miedo. "Un paciente que está con unos métodos de distracción que está relajado, tiene menos dolor, menos ansiedad... y todo eso influye en su evolución en el hospital", añade Nuria Elena Martínez, Enfermera Unidad del Dolor Hospital Gregorio Marañon.

Porque no se trata solo de curar, sino también de dignidad.