Los Alvia no alcanzan los 300 Km/h. por lo que no son considerados de alta velocidad, si no de velocidad alta, un matiz que se nota en el precio del billete.

Conforme van pasando las horas, la comisión de investigación de accidentes ferroviarios ya trabaja a pleno rendimiento. La primera pregunta es si el tren circulaba a más velocidad de la adecuada al tramo de la vía, algo que no debía permitir el sistema ASFA. Las siglas son acrónimo de Anuncio de Señales y Frenado Automático.

Jose María Pérez-Revenga, de la Asociación Nacional de Transporte, asegura que "el ASFA sencillamente le avisa al maquinista que está rebasando la velocidad. El maquinista reduce la velocidad y no pasa absolutamente nada".

Lo sorprendente es que el sistema no sólo avisa al maquinista de cuándo ha de reducir la velocidad. Si el maquinista no obedeciera a las indicaciones, ASFA entraría en modo automático, algo que esta vez no ha ocurrido.

Francisco Díaz, ingeniero de comunicaciones y fundador de Geotren, asegura que "el sistema de señalización obliga a frenar el tren, independientemente de lo que haga el maquinista. El problema es que el propio sistema de control, que debería obligar a frenar al tren, ha fallado".

En Renfe aseguran que tanto la línea como el tren son revisados habitualmente. El tren accidentado paso la revisión el mismo día de la mañana del accidente.