La última lanza que le han clavado a la fiesta del Toro de la Vega viene, esta vez, de parte del secretario general del PSOE. "Lo rechazo, no me gusta. Me parece que en el siglo XXI este tipo de fiestas no deberían celebrarse", ha declarado Pedro Sánchez en una entrevista.

Una opinión personal que no cambia la postura del Ayuntamiento de Tordesillas ni de su alcalde socialista. "No sé desde qué punto de vista ha tomado la opinión. Le invito a que venga el día 16 a Tordesillas a presenciar el Toro de la Vega. Es libre de que no le guste", ha señalado José Antonio González, alcalde de Tordesillas.

A once días de que se celebre la fiesta taurina más polémica, Tordesillas intenta lavar su imagen con su primer Congreso Internacional del Toro de la Vega.

El problema, según dicen, es la desinformación. Los vecinos que apoyan esta fiesta la defienden afirmando que es igual a una corrida de toros. Aseguran que el animal no sufre cuando es lanceado ni hay ensañamiento.

"En los diez minutos que dura la lidia el toro no sufre dolor. El sufrimiento no se puede medir", ha explicado Luis Martín, ponente y profesor de Medicina en la Universidad de Valladolid.

También sostienen que la campaña a favor de romper una lanza contra la fiesta, y tras la que Leo Harlem renunció a ser pregonero, tiene un 1% de apoyo.

"Si el alcalde de Tordesillas se empeña en apoyar el Toro de la Vega y realizar un congreso es porque se ven acorralados ante la posición unánime de la sociedad española en contra del maltrato animal", ha considerado Silvia Barquero, miembro del partido animalista PACMA.

Por ello, los animalistas llevarán el Toro de la Vega a Bruselas para intentar prohibirlo. Por su parte, el Ayuntamiento intentará inscribirlo como fiesta de patrimonio cultural para intentar blindarlo.