Este martes, en la segunda sesión del juicio en la Audiencia Provincia de Cuenca, la presunta víctima, que ha declarado tras un biombo para evitar mantener contacto visual con el presunto autor de los hechos, ha relatado a la fiscal que J.M.M.T. desde el principio "era muy bruto, violento, muy bestia, con mucha violencia verbal, que hacía sentir mal a la gente".
La presunta víctima ha declarado que "desde el principio", el profesor "hacía comentarios con connotaciones sexuales" sobre su vestimenta. Ha dicho también que se metía en su "vida privada", sugiriendo un determinado tipo de ropa "antes de ir a clase, como faldas cortas o camisetas con tirantes".
Luego, ha relatado, en la adolescencia empezó a hacerles preguntas sobre su vida íntima, con comentarios, a los 14 años, en los que señalana que si tenía "que ser guarra que lo fuese ahora".
Ha recordado que la primera foto que le mandó fue en verano de 2008 en la playa -con unas piedras- haciendo que tocaba el piano. "La mandé sin ninguna intención ni connotación sexual y él empezó a decirme cosas guarras, pero no le hice caso porque todos sabemos que era un guarro", ha afirmado la presunta víctima.
En este punto ha relatado cómo fue la primera vez que mantuvo contacto sexual con J.M.M.T. "Fui a su casa, no había nadie y me dijo que pasara a la habitación. Me dijo que me quitara la ropa. Yo estaba en shock, e hice todo lo que me pidió. Me llevó a la cama y yo sólo pensaba que ojalá pasara rápido, porque estaba en shock. No fui capaz de decir no. Sentía asco y terror, y cuando llegué a mi casa empecé a vomitar".
Después, ha dicho que cuando llegó a su casa "sentía miedo, vergüenza y culpa". "No sabía cómo pude hacer eso. Tenía miedo de que lo contara por ahí y la gente hiciera comentarios despectivos sobre mí. Yo pensaba que yo me lo había buscado. Fui totalmente pasiva, no pudo hacer oposición ni física ni verbalmente".
Además, ha relatado, que después de acostarse, él le manifestó que le había gustado. "Me preguntó por qué no me movía, que tenía que disfrutar, que eso era normal y que me fuera acostumbrando, que él era de confianza y tenía experiencia y me podía enseñar".
También ha relatado varios actos sexuales más con el profesor, que fueron "en el Conservatorio y en casa de un familiar". "Nunca pude decir que no. Pensaba en hacer todo lo que me pedía para que pasara rápido e irme de Cuenca y olvidar todo. Me mantuve de forma pasiva, no podía reaccionar".
A preguntas del abogado del presunto agresor, ha dicho que recuerda "perfectamente que cuando mantuvo la primera relación sexual con el profesor tenía 16 años, porque coincidió cuando a su padre le diagnosticaron una enfermad grave".
También, ha relatado el día que cumplió 17 años, cuando el profesor le dijo que lamentaba que cumpliera "17 y no 18". También ha incidido en que esas relaciones "en ningún momento fueron consentidas".