Las prótesis mamarias PIP se rompen un 40% que cualquier otra, a los 10 años. Sanidad lo ha comprobado tras un estudio, por eso ahora recomienda a las afectadas que se las retiren de forma preventiva, pero no urgente.

Para las casi 20.000 afectadas en España, esta recomendación llega tarde. Exactamente dos años después que en  Francia. Eva lleva cuatro  operaciones. Quitarse la prótesis PIP dañada, fabricada con silicona industrial para bajar costes,  y sustituirla le ha costado unos 3.000 euros de su bolsillo porque se operó en una clínica privada.  “El producto estaba homologado, se dio consentimiento y se podía comercializar, las responsables no somos nosotras” , asegura Eva.

Las afectadas insisten, en que el problema ahora no es estético. Muchas ahora no pueden afrontar el pago de una nueva operación, a pesar de tener la prótesis dañada. Sin embargo desde Sanidad argumentan que "la estética no entra en nuestra cartera de servicios ellas lo deciden libremente", argumentan desde Sanidad.