Albert López ha llegado escoltado por los Mossos a la reconstrucción del crimen en el domicilio de Rosa Peral. Los dos agentes de la Guardia Urbana están acusados de la muerte de su compañero Pedro Rodríguez, la pareja de Rosa en aquel momento.

Durante el interrogatorio cuenta que obedeció en todo a Albert dado su estado y dice que limpió a pesar, dice, de que no había restos de nada: "No había nada, agua... Pero, como estaba tan ido de sí, tan nervioso que me puse a hacer como si estuviera limpiando realmente. Sí que olía mucho a lejía".

Rosa asegura que al pedirle explicaciones le responde esto: "¿Qué es lo que has hecho con pedro? ¿Qué ha pasado? Me dijo 'no preguntes, ya vendré mañana'".

Sin embargo, Albert comienza a cambiar su versión. En su primera declaración explicó que vio el cadáver de Pedro dentro del maletero del coche y ahora lo niega: "No, yo vi en el lado como un líquido, no vi sangre".

Son imágenes inéditas que adelantaba Arusitys, en las que incluso Albert describe en la zona del pantano cómo Rosa desapareció minutos antes de que ardiera el coche donde apareció el cuerpo de Pedro calcinado. "Me dijo (Rosa), 'espérate aquí un segundo'. Yo me impacienté y dije qué raro. Sí que tardan. Y cuando vi el fogonazo la vi bajar corriendo". Los dos agentes llevan en prisión más de un año, a la espera del juicio. Siempre se han culpado mutuamente.