Dos ladrones iban camino de cometer 'el crimen perfecto' cuando robaron dos jamones del bar 'los Caracoles' del barrio gaditano de Sanlúcar de Barrameda, salvo por un pequeño detalle, dejaron el rastro de grasa en la huida.

"Me di cuenta de que dejaron una pata de jamón colgada y otra en el suelo, lo que me hizo pensar que no podían con ello", cuenta la dueña del bar, Cristina Salgado, que añade: "Al salir vi un rastro y noté que erajamón por el olor, y así empezó mi búsqueda".

La destreza de la dependienta fue clave, porque ni siquiera la policía se dio cuenta del rastro, por lo que fue Cristina la que llamó para llevarlos hasta la puerta del domicilio de los ladrones.

De los ocho jamones que se robaron, sólo se han recuperado dos y ahora se busque al autor de los hechos, que en esta ocasión sí logró huir sin dejar demasiado rastro.