Marina Liñeiro recurrió a la reproducción asistida para ser madre tras intentarlo de forma natural durante un año y medio. "Me pareció lo más natural del mundo. No funcionaba por un lado, así que lo intentamos por el otro", cuenta a la Sexta. Liñeiro se sometió a una fecundación in vitro y consiguió quedarse embarazada a los ocho meses.

En su caso, fue un proceso rápido. Sin embargo, para muchas mujeres se alarga durante años. "Han pasado dos años y todavía no lo he conseguido. En total, he tenido dos intentos completos de fecundación in vitro, con siete intentos embrionarios, y no conseguimos embarazo", expresa Marichu Suárez, paciente de reproducción asistida.

Según la Asociación Española de Fertilidad, solo en 2018 se llevaron a cabo cerca de 150.000 ciclos de reproducción asistida. Sin embargo, a pesar de que cada vez es más frecuente, sigue existiendo cierto tabú: "Cada vez se habla con más apertura y transparencia, lo que se refleja en ese ocho de cada diez mujeres que lo comentan en su círculo más cercano; sin embargo, en el círculo laboral, de ese 80%, solo el 11% lo comunica abiertamente", señala Julio Varela, director de Fertilidad de Merck.

Posibles problemas en el trabajo por la ausencia para citas médicas

Y es precisamente ahí, en el entorno laboral, donde pueden surgir problemas, ya que el Estatuto de los Trabajadores no prevé la ausencia remunerada para procedimientos de fecundación in vitro. "Tienes que acudir a revisión día sí y día no, incluso varias veces en un mismo día. Muchas mujeres necesitan hacer reposos absoluto y eso supone ausencias laborales", indica, en este sentido, Marichu Suárez.

En este sentido, Marina Liñeiro critica que le parece "tremendo que no haya apoyo de ese lado". "El saber que tu jefe está pensando tal o cual, que te tienes que coger vacaciones... genera ansiedad".

Critican la falta de apoyo emocional

Por ello, gran parte de las mujeres que se someten a este tipo de procesos aseguran que habría que mejorar algunos aspectos: "El 41% de las mujeres destacan que el apoyo emocional durante el proceso es lo más importante", destaca Julio Varela.

"Que si nos tienen que dar malas noticias, que no lo hagan de una forma tan fría, que empaticen", manifiesta, por su parte, Marichu Suárez, que lleva dos años intentando quedarse embarazada por fecundación in vitro. De esta forma, consideran que el apoyo emocional es fundamental para contribuir a que el proceso pueda ser lo más exitoso posible.