El padre de Kristian y Amantia, los niños de Tenerife con los que se fugó, y que está acusado de un presunto delito de sustracción internacional de menores, está en prisión provisional comunicada y sin fianza.

Según fuentes judiciales han confirmado a laSexta, el hombre tenía que prestar declaración en el Juzgado, pero se ha negado a declarar.

Fue hace justo una semana cuando la madre de los niños ponía fin a su pesadilla. Tras meses sin verlos, se reencontró con ellos en Portugal.

"No volvería a verlos"

Todo comenzó el pasado mes de enero, cuando Enke, su madre, puso una denuncia en la Policía porque su hija le escribió a una amiga que no volvería a verla más. Enke incluso llegó a viajar por su propia cuenta a Tenerife, donde podrían estar los niños. Un hecho que provocó las amenazas de su expareja.

Cuando este vio que estaba colocando carteles en Tenerife, se puso en contacto con ella para desestabilizarla: "Me llama y me pregunta: ¿Qué estás haciendo? Y luego me dice: te voy a matar a ti, a tu familia y a los niños", contó Enke desgarrada.

"Me fui a una casa de acogida en 2013. Era agotador vivir con violencia, yo no quería que mis niños lo viesen", espeta en dicha conversación. De hecho, en mitad de la entrevista, el dolor fue tal que rompió a llorar. Así, cuenta que no podía ver nada que le recuerde a sus hijos: "Cierro la puerta de los niños porque no quiero entrar".

Detenido en Portugal con los niños

Ahora, la sensación es muy distinta. El padre de los dos niños fue detenido al oeste de Portugal junto a los pequeños, que se encontraban en buen estado de salud.

En concreto, el padre de los menores fue arrestado en Caldas da Rainha, a 90 kilómetros de Lisboa, hasta donde llegó el pasado 19 de junio en un vuelo de Tenerife a Madrid y de allí a la capital portuguesa.