Ismael, uno de los clientes afectados por el caso Volkswagen, se compró su primer coche en 2012 y hace sólo unos meses se enteró de que era uno de los afectados por la manipulación de las emisiones.

Él es una de las veinte personas que participa ahora en la primera demanda colectiva contra el grupo Volkswagen en España. Reclaman la nulidad del contrato de compra y una indemnización que de media asciende a unos 6.000 euros por persona.

Él solo reclama un coche en condiciones normales: “Yo no quiero que me den miles de euros, yo lo que quiero es tener, o mi coche bien, o un coche que esté bien”.

La opción de arreglar el software que falsifica los datos de emisiones supone, según los expertos, una pérdida de potencia y un mayor consumo: “Para un coche que yo compré con toda la ilusión, que encima es el primer coche que me compro, que tampoco es que sea un Ferrari, que tiene 90 caballos, y que ahora me van a quitar esos caballos, pues no me parece bien”.

En enero se celebrará el primer acto de conciliación entre demandantes y empresa para intentar llegar a un acuerdo amistoso.

Pablo Rabanal, fundador de reclamador.es, argumenta que "se ha demostrado que ellos han usado un software de manera maliciosa, que en cuanto detecta el modo de prueba falsifica los datos, entonces son coches que contaminan mucho más". "Lo que vamos a ver en ese acto es su predisposición a resolver un problema en el que tiene una responsabilidad clarísima desde nuestro punto de vista".

Si no se llega a un acuerdo, los demandantes amenazan con ir a juicio y poner fin así a una situación en la que calculan podría haber hasta 800.000 vehículos afectados en todo el mundo.