Alba y Laura disfrutaban de su primer festival en el Medusa de Cullera cuando la estructura de la entrada se derrumbó sobre ellas y quedaron atrapadas. "De repente ya estábamos en el suelo con todos los hierros encima", relata Laura. "No podía respirar, la verdad que pensaba que ya era mi hora, que ya no podía más", recuerda por su parte Alba.

Laura relata cómo finalmente unos chicos lograron levantar el hierro que la mantenía atrapada y la cogieron en brazos. "No podía caminar", explica la joven, que acaba de recibir el alta pero tiene la tibia rota. "No puedo moverme, no puedo ir al baño, tengo que estar todo el día tumbada", cuenta.

Alba, en cambio, continúa hospitalizada, con el esternón y una vértebra rotos, y relata así los momentos de angustia que vivió tras el desplome: "No podía gritar 'ayuda' ni nada, oía a mis amigas chillar mi nombre...".

A ambas les queda por delante una larga recuperación. No descartan denunciar y además reprochan a los organizadores del festival que nadie se ha interesado por su estado ni se han puesto en contacto con ellas.

Entretanto, otras dos personas continúan ingresadas. En total, el desastre deja 40 heridos y una víctima mortal, un joven de 22 años. Por su parte, los organizadoresinsisten en que fue un accidente y que cumplían con toda la normativa.