Lejos de mostrarse arrepentido y dimitir, el todavía presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, ha hecho gala de su machismo y de una enorme soberbia en una vergonzante intervención ante la Asamblea de la RFEF este viernes, en la que ha hablado una y otra vez de "falso feminismo" e incluso se ha presentado a sí mismo como la víctima de un "asesinato social" y "una cacería".

En su intervención, en la que ha descartado dimitir, Rubiales ha llegado a justificar su beso no consentido a la futbolista Jennifer Hermoso aduciendo que en él "no hay deseo y no hay posición de dominio": "El deseo que podía tener en ese beso era exactamente el mismo que podía tener dándole un beso a una de mis hijas", ha aducido incluso.

Acto seguido, ha arremetido contra quienes, según él, "están rindiendo pleitesía" a lo que ha llamado "falso feminismo" -un término que ha repetido varias veces- y que, según él, "es una gran lacra en este país". Unas surrealistas palabras que además han sido acogidas con aplausos por parte del auditorio, ante el que Rubiales ha querido presentarse como un mártir, asegurando que "se está ejecutando un asesinato social" contra él. "Se me está tratando de matar", ha insistido.

Pero el presidente de la RFEF se ha permitido además dar lecciones de feminismo desde el atril, aportando su particular definición de igualdad: "La igualdad no es diferenciar cuando hay una opinión entre lo que dice el hombre y lo que dice la mujer", ha dicho. Lo ha hecho dirigiéndose a sus hijas, afirmando que ellas sí son "feministas de verdad" frente al "falso feminismo que hay por ahí" y que, según él, "no busca la justicia" sino que prepara "una ejecución para ponerse una medalla".

De paso, Rubiales ha querido reivindicar el uso del plural en masculino para referirse a las campeonas del mundo. "También había hombres allí", ha argumentado, añadiendo que "el plural masculino en España incluye tanto a mujeres como a hombres". "No nos acomplejemos y sigamos utilizando 'campeones' para hablar de hombres y mujeres", ha insistido.

Todo un rosario de clichés del discurso machista que ha logrado aglutinar en una intervención completamente surrealista.

Las 'perlas' de Rubiales

  • “Fue un beso espontáneo, mutuo, eufórico y consentido. Que esta es la clave de todas las críticas, de todo el proceso que se ha montado en este país, de que fue sin consentimiento. No. Fue consentido”.
  • "Yo le dije: "¿Un piquito?". Y ella dijo: "vale".
  • "El deseo que podía tener dando ese beso era el mismo deseo que podría tener dándole un beso a mi hija, aquí no había dominio".
  • "Fue consentido. Tengo una gran relación con todas las jugadoras y tuvimos momentos muy cariñosos en esta concentración".
  • "El falso feminismo no busca la verdad. Es la gran lacra de este país".
  • "Los títeres de Tebas y las falsas feministas intentan asesinarme"
  • "El plural masculino incluye en España a hombres y mujeres. Todos los españoles son campeones del Mundial Femenino de Fútbol"
  • "El amarillismo y falso feminismo, y los de siempre, han apretado mucho"
  • "Quiero decir mirando a mis tres hijas que están ahí que hoy tienen que aprender una lección: la igualdad no es diferenciar, cuando hay una opinión, entre lo que dice el hombre o lo que dice la mujer, no. Hay que diferenciar entre la verdad y la mentira. Y yo estoy diciendo la verdad hoy aquí. Hijas, aprendedlo, es una lección de vida".
  • "Quiero decir a mis hijas que hoy tienen que aprender una lección de igualdad"
  • "Vosotras (a sus hijas) sí que sois feministas de verdad, y no las falsas feministas que hay por ahí"
  • "No voy a dimitir. No voy a dimitir". "¿Qué es lo que he hecho? ¿Un pico consentido es para sacarme de aquí?".