El impétigo es una infección está llenando las consultas pediátricas, pero no es tan preocupante ya que es algo muy habitual en los niños y niñas de entre dos y seis años.
Se trata de una infección superficial en la piel producida por dos bacterias. "Suele producirse por pequeñas heridas. Al romper su barrera cutánea, se permite a las bacterias entrar dentro y producen la infección", explica Ana Gatell, pediatra.
La enfermedad es muy contagiosa. Empieza con una mancha o granito que se transforma en una ampolla y que al romperse forma una costra. Eso sí, no suele dar fiebre, tampoco deja cicatriz y la cara es el lugar más común donde suele aparecer.
El remedio es sencillo: "Muchas veces con agua y jabón y una crema con antibióticos es suficiente". El lavado de manos, uñas cortas y que no se rasquen las heridas son algunos consejos para evitar que los más pequeños se puedan contagiar
Una enfermedad a la que muchos padres temen, pero que no es tan grave. Pero aún así, es mejor prevenir que curar.