La conclusión que el fiscal va a trasladar al juez en el caso de los Romanones es que sólo el padre Román podría ser juzgado por un delito de abusos sexuales. Cree que el resto de delitos habrían prescrito, por lo que los otros once imputados ni siquiera llegarían a sentarse en el banquillo.

No sorprende al abogado de Daniel, el chico que denunció sufrir los abusos de este grupo de religiosos, y dice que agotará hasta el último minuto los diez días para presentar alegaciones. "Estamos esperanzados en que se sustente la denuncia", afirma.

Pero sí están sorprendidos por la postura del arzobispo de Granada de no suspender a los otros siete sacerdotes imputados. El arzobispo de Granada se negó a opinar del tema alegando que no es su competencia, porque no es juez ni parte. Sin embargo, reconoce que él sí apartó a Román y otros dos sacerdotes.

Su falta de contundencia ha provocado que se recojan 175.000 firmas contra él. La iniciativa fue de Miguel, que sufrió abusos de un religioso cuando tenía 17 años, cuenta que cuano le pasó a él la actitud del arzobispo fue la misma, "el encubrimiento". Cuando se atrevió a hacerlo público, ya era tarde, los delitos contra él también habían prescrito.