La directora de Economía y Servicios del Hospital de Granollers, Carme Padullés, ha reconocido que han recibido 17 quejas de acompañantes por tener que pagar por reclinar la butaca, aunque ha señalado que son muchas más las peticiones para hacer uso de este servicio, y ha subrayado que el número de quejas por ello es "ínfimo" comparado con las que recibe por las listas de espera.

Padullés ha explicado que decidieron instalar estas modernas butacas, que sólo se pueden reclinar si se introduce una tarjeta previo pago de 5 euros por noche, porque les ha permitido ir cambiando las viejas butacas, que no eran reclinables, sin coste alguno.

Es la empresa suministradora, Decam, la que cobra los cinco euros por noche de los usuarios (hay un abono de cinco noches por 20 euros), tal como ocurre con otras empresas en los servicios de vending o de televisión, que también es de pago. Decam también se encarga del mantenimiento de las butacas.

El Hospital de Granollers ha instalado de momento 96 butacas reclinables de pago en sus 300 habitaciones. Padullés ha defendido que las butacas son también para el uso, totalmente gratuito, de los pacientes, ya que las enfermeras llevan una tarjeta-maestra que les permite mover, reclinar o levantar la butaca para que durante el día el paciente que lo requiera pueda estar más cómodo.

"Además, también facilita la labor de los profesionales de enfermería que pueden ayudarse de la butaca, que lleva ruedas, para trasladar a los enfermos o para subirles a la cama ya que la butaca también se eleva automáticamente", ha añadido la directora económica del hospital de Granollers.

Padullés ha explicado que en el caso de que un acompañante no pueda o no desee pagar por dormir estirado en la butaca se le facilita una normal que no es reclinable. "Tenemos más peticiones de butacas reclinables, que quejas", ha destacado la responsable económica del hospital, que ve este servicio como el de la cafetería, el de vending o la televisión, "que son opcionales".

Por su parte, Pilar Morató, relaciones públicas de Decam, ha dicho no entender las quejas de los usuarios porque las antiguas butacas eran mucho más incómodas y viejas y los hospitales han podido renovarlas "sin coste alguno para ellos". "Hay personas a las que no les importa gastarse 20 euros para ver la televisión pero no 5 para dormir cómodamente", ha replicado Morató, que ha subrayado que las butacas viejas de algunos hospitales "están en estado paupérrimo y llenas de hierros".

"Además, estas butacas sirven gratuitamente para los pacientes durante el día y mejoran su confortabilidad", ha indicado la responsable de la empresa, que vende estas butacas a un precio aproximado de 1.000 euros, aunque ningún hospital catalán las ha comprado y funcionan en régimen de cesión y explotación por parte de la empresa. Según Morató, Decam sí ha vendido butacas de este tipo para hospitales de EEUU  También ha asegurado que en los casos en que realmente una persona acompañante no pueda pagar los cinco euros y sea una persona mayor "se le abre gratuitamente para que pueda reclinarse".