La cabalgata de los Reyes Magos tendrán que cumplir una serie de normas para evitar accidentes durante su recorrido. Todo para evitar lo ocurrido el año pasado, cuando un niño de seis años fallecía al ser atropellado por buscar chucherías bajo una carroza.
El padre del niño fallecido pide al Ayuntamiento una indemnización de 300.000 euros, no sólo por esta muerte sino también por la de su mujer, que cuatro meses después fallecía por una enfermedad cardiaca.
Ni los Ayuntamientos ni los organizadores de cabalgatas de barrio quieren que una tragedia así vuelva a repetirse. “Las personas que nos encargamos de la seguridad de las carrozas, rodeamos estas carrozas con ocho personas”, explica Silvia Nuñez, presidenta de la Asociación de Vecinos de Butarque.
Pero a la alcaldesa de Madrid no le basta con esto: exige a las pequeñas cabalgatas de distritos que no tiren caramelos desde lo alto de las carrozas si no tienen vallado su recorrido. “Que pongan vallas también en el recorrido de nuestra cabalgata. Porque si solo hay vayas en la cabalgata del centro a lo mejor quiere decir que quieren que la gente vaya a esa cabalgata y ahí hay marcas, en la nuestra no”, comenta Germán Peña, participante en la cabalgata madrileña de Hortaleza.
Germán y sus vecinos alegan que los niños que coronan sus carrozas no pueden estar tres horas de desfile con los brazos cruzados. En el barrio de Carabanchel tampoco quieren perder esta tradición. Ellos tapan las ruedas con telas tensadas para que nada ni nadie pueda colarse bajo sus camiones. “Por debajo lleva unas tiras de contrapeso, entonces si tiras cualquier cosa, resbala. Es imposible que entren entre las ruedas”, asegura Josefa Muñoz, presidenta de la Asociación de Vecinos de Carabanchel.
El Ayuntamiento de Madrid ha rechazado la oportunidad de responder a estos vecinos pero defiende que los caramelos siempre podrán ser repartidos en mano.