EL DINERO SE TRASVASA A GASTOS IRRENUNCIABLES
La necesidad provoca un cambio en la distribución del presupuesto familiar
La subida de las facturas y la necesidad de cumplir con unos mínimos en sanidad y educación ha hecho que los ciudadanos tengan que plantearse su presupuesto. Ahora, las familias tienen que recolocar sus preferencias para poder cubrir unas necesidades básicas.

Los recortes están cambiando la cesta de la compra de los españoles. Dejar de renovar el vestuario o cambiar los hábitos alimenticios, para poder asumir las enormes subidas en la factura de la luz, del transporte público o las matrículas de la enseñanza, se está convirtiendo en algo común. Los gastos que antes recaían sobre la Administración Pública ahora recaen en los ciudadanos, como el aumento de las tasas universitarias.
Los padres de María, por ejemplo, han renunciado a sus vacaciones de verano para poder pagarle la matrícula. "Recuerdo que el último año aumento la matrícula casi el doble y ello ha provocado que no nos podamos ir", ha corroborado. El caso de Jesús es diferente. Necesita unos medicamentos que valen unos 70 euros. No puede comprarlos porque tiene que destinar ese dinero a pagar facturas. "No me las puedo comprar porque han subido alrededor de un 30%", ha declarado.
El metro, otro gasto imprescindible para muchos, ha subido un 30% en los últimos cinco años. "Vale carísimo, vale 3,60. Es una pasada", dice una de las afectadas.
Las familias se ven obligadas a reducir sus gastos en ropa y en calzado un 10%, el ocio un 9.8%, en salir con los amigos o en cambiar un coche por uno nuevo.
El dinero ahora se tiene que trasvasar a gastos irrenunciables como la luz, el abono transporte, las tasas de documentos oficiales, que suben un 60%, y la educación superior. Incluso se está produciendo un cambio en los hábitos alimenticios. "Hoy me llevo bacalao porque vale tres euros", ha dicho una compradora en el Mercado de Abastos de Santiago.
Los precios ahora se miran con lupa.