Natalie Weaver llevaba años luchando contra el odio hacia los niños con discapacidad. Su hija, Sophia, nació con una deformación facial a causa de un síndrome sin identificar, además de padecer diabetes de tipo 1 y síndrome de Rett.
Con tan solo diez años, Sophia ha fallecido. Su madre, Natalie, lo ha hecho público a través de Twitter: "Nuestra #SweetSophia dejó esta tierra anoche mientras pasaba todos los días de su vida, rodeada de amor y adoración".
"Una vez que salgamos de este dolor que rompe el corazón, continuaremos ayudando a otros en su memoria", ha anunciado Natalie, que era activa en las redes sociales para concienciar a la sociedad sobre la crueldad y el odio hacia las personas con deformidades.
La madre de la pequeña había anunciado, después de 30 operaciones, que no volvería a someter a su hija a ninguna cirugía, con la finalidad de que dejara de sufrir: "No más hospitales, no más incisiones, no más cicatrices. Está en recuperación y poniéndose bien", publicaba la madre a finales de abril.