Un mordisco tan profundo como doloroso. Vecinos del madrileño barrio de Butarque enseñan en fotos y ante las cámaras de laSexta las marcas que deja a su paso la mosca negra.
"Cuando me fui a mirar, tenía la pierna hinchadísima", nos cuenta una vecina. Este pequeño insecto, de no más de 5 milímetros, no pica, sino muerde. A diferencia de los moscas tradicionales, cuenta con unas piezas bucales cortantes que pueden llegar a generar bastante daño.
Un farmacéutico asegura que varias personas han tenido que acudir a Urgencias a las que tuvieron que dar corticoides, personas que llegaron a sufrir mareos y pérdidas de conciencia.
En su farmacia no dejan de vender a los vecinos todo tipo de remedios. También para los niños, por los que sienten cierta predilección estos insectos.
El foco tanto en esta zona como en otros puntos del país son los ríos o arroyos, ya que estos moscas se desarrollan en el agua. El Ayuntamiento de Madrid ha fumigado en el río Manzanares, una acción con la que asegura que ha llegado a erradicar el 87% de las larvas.