Tras la visita de este insólito cliente, los guardias de seguridad consiguieron rodear al animal. El mono, que ya se ha convertido en una estrella canadiense, es protagonista en todas las televisiones.

Las redes sociales también se han echo eco de su aparición en la tienda de muebles, ya tiene dos cuentas en Twitter y desde allí lo animan para que vuelva.

La peor parte se la ha llevado su dueño, quien ha tenido que pagar una multa de 185 euros por tratarse de una especie protegida. Ahora el mono está bajo la protección de los servicios de protección de animales.