Luis tiene autismo se lo diagnosticaron con dos años y ahora con 34 vive en una residencia en la que está totalmente integrado. "Con mi hijo voy al cine, al teatro, a misa, a cualquier evento que haya porque, afortunadamente, se ha rehabilitado muy bien", cuenta su padre.
Pero no ha sido fácil. Los expertos dicen que la discriminación contra las personas que padecen autismo es todavía un asunto pendiente. "Nos quedamos con el estereotipo que estamos viendo en la tele, o en el cine y no sabemos valorar la aportación que pueden hacer. Creemos que la principal necesidad es aumentar su visibilidad".
Miguel lo ha conseguido, se ha sacado una carrera y esta estudiando un máster, pero reconoce que no siempre es fácil. "La gente te ve diferente, te ve raro, y en vez de preguntar te tratan de diferente manera".
Tiene Síndrome de Asperger, una variable del autismo que no le diagnosticaron hasta los 18 años, por lo que tiene dificultades para relacionarse con los demás. "Iba a clases de apoyo con niños de dificultades muy diversas y no te sabían tratar".
Ahora su sueño es terminar sus estudios y que sus padres puedan sentirse orgullosos de todo lo que ha conseguido.
SUPERAR LAS BARRERAS DE LA DISCRIMINACIÓN AUTISTA ES POSIBLE