Isabelle y Fletcher Salom son dos hermanos gemelos que nacieron tres meses antes de lo esperado. Su madre acudió al hospital con fuertes dolores y, aunque los médicos confiaban en que se tratase de una infección, se dieron cuenta de que el parto se iba a adelantar.
Los sanitarios hicieron varias pruebas a la madre para intentar retrasar el alumbramiento, pero fue inútil y a los cinco días, Alexa fue madre de dos gemelos prematuros. Pero como suele ocurrir en estos casos, la esperanza de vida de los bebés que nacen antes de tiempo es bastante baja, debido al tamaño con el que nacen.
Por esto, los médicos tuvieron que tomar una medida de emergencia al instante de nacer los pequeños, para que no perdieran el calor corporal y pudieran sobrevivir: decidieron envolverlos en plástico de burbujas. Gracias a esta idea de los sanitarios, los bebés pudieron continuar su desarrollo y ya disfrutan de su familia en casa junto a sus padres.
