Alrededor de 415 viviendas fueron construidas en la Costa de la Herradura, en Granada, demasiado cerca del mar. Se encontraba sobre aguas subterráneas que hacían el terreno inestable. Ahora, miden cada mañana los desperfectos y grietas que aparecen en los hogares sin saber qué día se derrumbará. Algunos muros ya han caído al mar y la empresa constructora evita responsabilidades.
Más de 400 familias temen el derrumbe de sus casas, construidas sobre tierras movedizas