No les dio tiempo a escapar de las llamas. En cuestión de 10 minutos, los trabajadores y clientes de un restaurante cercano a Ódena se vieron rodeados por el fuego. Joaquim Aguilar, propietario, explica que está fatal. 

Mientras esperaban ayuda vieron cómo las llamas se les aproximaban, ocho horas de angustia, en los que pensaron en despedirse de los suyos. Vanina, Camarera, explica que "mandó un WhatsApp" porque no sabía si iba "a salir o no".

El establecimiento, arrasado, está a tan sólo 200 metros del punto donde se originó el fuego, el epicentro de la sequía en Cataluña. Más de 30 horas de incendio han dejado 1.279 hectáreas calcinadas y cinco municipios afectados. Ahora, con el incendio ya estabilizado y en fase de control, se reabren las carreteras y los 122 vecinos de Ca l’Esteve de Sant Salvador de Guardiola han podido dormir en sus casas tras el susto.

En la zona se encuentran unas 90 dotaciones de bomberos que continúan remojando palmo a palmo para evitar que se reactiven las llamas.