Una menor de tres años ha pasado más de siete horas encerrada en un autobús escolar después de que nadie se diera cuenta de que estaba allí. Los padres, que ya han interpuesto una denuncia a los monitores y a los responsables de la ruta, se la encontraron empapada en sudor.

"Estaba chorreando, toda la ropa empapada en sudor. Le arranqué a la niña y me fui a buscar a mi hijo y llamé a mi marido con toda la angustia que te puedes imaginar", ha expresado la madre de la menor.

Había estado desde las 9:00 hasta las 16:00 en el interior del vehículo aparcado en unas cocheras sin cubierta, por lo que acto seguido comprobó la mochila de la niña para saber si había ingerido algo en todo el día.

"Llevaba una botella de agua y comida que le había preparado yo para su almuerzo. No se comió el bocadillo, había medio plátano que le había puesto yo y la botella de agua estaba vacía. Por suerte la niña no estaba deshidratada", ha narrado a laSexta.

Todo ocurrió en Sitges. La madre llevó a sus dos hijos hasta la parada de la ruta escolar el lunes para llevarlos hasta un centro educativo público situado en la localidad barcelonesa.

Después de 7 horas aproximadamente una persona del organismo responsable de este servicio llamó a la mujer por teléfono. Tanto ella como su marido han decidido pedir explicaciones al colegio por lo sucedido. Sin embargo, indica, no les han atendido: "No nos abrieron la puerta, no nos cogieron el teléfono... hemos interpuesto una denuncia", ha aseverado.

El Consell Comarcal del Garraf, organismo público que gestiona la ruta escolar, ya ha abierto un expediente para investigar lo ocurrido y ha pedido explicaciones a las dos empresas implicadas, la de transporte y monitores. Esta última ha apartado a las dos personas que ese día se engarban de controlar a los menores.

Por su parte, la Conselleria de Educación ha ofrecido apoyo psicológico a la familia, aunque no ha aclarado el protocolo de actuación de los colegios en un caso así.