UN INSTITUTO DE GIJÓN PERMITE CONTACTO FÍSICO CON LOS ALUMNOS

"Mi madre dice que el profesor me pegue si lo merezco"

Un instituto de Gijón ha pedido permiso a los padres para utilizar el contacto físico o verbal con el alumno que desobedezca durante el viaje de la semana blanca. El colegio asegura que durante esos viajes los profesores pasan de ser maestros a ser tutores y que hay situaciones que requieren un grito o un empujón. Los padres apoyan la medida, dicen que no se trata de dar permiso para pegar sino para protegerlos.

00087

Un documento permite al profesor el contacto fisico con el alumno. Autoriza textualmente que se hagan registros a los alumnos y que el docente pueda ejercer contacto físico y verbal. Lo limita, dice, a "casos de acoso escolar, agresión, peligro inminente o cuando haya situaciones intolerantes, violentas y peligrosas para el colectivo".

Aunque el director del centro admite que quizá es excesiva: "No se trata de poner una redacción alternativa, así hacemos también pensar a las familias". Pero los profesores lo ven necesario. Dicen que en un viaje pasan de ser maestros a tutores: "Estamos hablando de menores, y creo que en cierta medida hay que controlarlos".

En su confección participó hasta la asociación de padres: "No autorizo a que nadie agreda físicamente a mi hijo. Todo lo contrario, que lo protejan". Los alumnos dicen que el permiso existe desde hace años y que nunca ha pasado algo grave: "Mi madre está de acuerdo. Dice que si tiene que llegar el momento, que me pegue si lo merezco", y una alumna se pregunta: ¿Cómo van a firmar para que me pegue una persona extraña si no me pegan ni ellos?"

Los expertos se sorprenden, porque creen que habría que marcar mejor los limites: "Los profesores pueden sancionar, pueden expulsar, pero no pueden dar una bofetada a un alumno". El instituto es también conocido por ser pionero en colocar cámaras de seguridad en todos sus edificios. Afirma su director que quiere que sea conocido por su rigor y disciplina.