El atestado policial del caso de la muerte de Isabel Suárez, tía política del actor Luis Lorenzo, arroja nuevos datos sobre la investigación por un presunto homicidio.

El documento, al que ha tenido acceso laSexta, recoge numerosos episodios y relatos de familiares, médicos y cuidadoras de la anciana que dan cuenta del supuesto mal trato al que estaba sometida.

Es especialmente revelador un episodio ocurrido el 17 de abril de 2021, cuando la tía Isabel "tuvo que ser auxiliada por la Policía Local de Rivas Vaciamadrid" después de que Luis Lorenzo y su mujer Arancha Palomino la dejaran abandonada en un restaurante Vips para marcharse con sus hijos a pasar el día al Parque Warner de Madrid.

Los agentes se encontraron a la anciana "merodeando en solitario" por el centro comercial H2Ocio, ubicado en esa localidad madrileña, "durante más de cuatro horas". Al ponerse en contacto con Arancha, ella se excusó diciendo que la había dejado allí "porque tenía que hacer gestiones" y asegurando que volvería a por ella cuando las terminara.

A pesar de sus palabras, la expareja del actor y madre de uno de sus hijos declaró que ese día "habían dejado a Isabel en un Vips de Rivas Vaciamadrid" mientras la familia "se fue a pasar el día al parque de atracciones Warner en San Martín de la Vega" y "dejando a Isabel sola" en ese restaurante.

En el mismo atestado también se plasman otros testimonios que indican que "la familia no quería saber nada de la señora" y no se responsabilizaban de sus cuidados, por lo que la anciana estaba "completamente desatendida, sin medicación y en estado de abandono".

De hecho, los vecinos declararon a los investigadores que se escuchaban gritos con frecuencia y que Isabel bajaba en el ascensor al cuarto de baño del garaje a hacer sus necesidades y asearse. Recuerdan que solía ir en bata, zapatillas de estar por casa y portando un neceser.

Arancha niega el abandono: "Era una persona autónoma"

Arancha Palomino ha negado estos hechos y ha asegurado en una entrevista que su tía "jamás ha estado abandonada": "Mi tía era una persona autónoma, especialmente en ese momento, porque luego es verdad que fue perdiendo facilidades especialmente en el tema de la movilidad".

Asegura la imputada que cuando la mujer que quedó en ese centro comercial fue "una decisión suya": "Cuando ella se quedó en el centro comercial, ella estaba perfectamente bien. De hecho, posterior a ese centro comercial, se hizo un tratamiento de hilos tensores, se hizo un microblading, y hacía vida normal. Tener un deterioro cognitivo no significa que no seas autónomo, que no puedas salir a la calle".

"Si yo tengo a mi tía secuestrada, si yo tengo algo que ocultar, evidentemente no la dejo sola en un sitio así. Si ella estuviera en contra de su voluntad conmigo, hubiera notado cualquier signo de desamparo o maltrato, la propia Policía de oficio hace un parte. Ella dijo 'yo estoy aquí porque quiero'", ha zanjado.