Fachadas y pancartas en más de una decena de pueblos para impedir que las canteras de feldespato, sean una realidad.

"Esto no les pertenece, nos pertenece a los que hemos nacido aquí, y cuando nuestro padres compraran esto, a lo mejor no tenían ni para comer, pero con su esfuerzo lo hicieron y con su esfuerzo lo queremos conservar hasta el día que nos muramos", asegura Remedios, miembro de la plataforma 'No a la mina en la Sierra de Yernas'. Denuncian que con la ley en la mano podrían perder sus propiedades.

"Por la Ley de 1973 nos expropiarían nuestros terrenos y no podríamos negarnos a ello y no creo que nos fueran a pagar el sudor y lo que nos ha costado ganarlos", denuncia Flori, miembro de la plataforma 'No a la mina en la Sierra de Yernas'.

Hay tres proyectos en trámite, en la sierra de Ávila, en la Sierra de Yemas y en el Valle del Corneja. A su alrededor, ríos y encinares protegidos por la Red Natura 2000 que verían cómo el entorno cambia completamente.

Una de las empresas mineras sitúa la casa y la ganadería de Iván en mitad de sus planes. "Para mí sería un destrozo porque yo vivo de esto y claro, ¿dónde buscas trabajo?", se pregunta el joven.

La Junta de Castilla y León les promete que no se verán perjudicados, pero los ecologistas ponen en duda que puedan convivir con las canteras. "Con el incremento de contaminación atmosférica y con el incremento de la dispersión de los animales que ya no pueden vivir en el territorio y con una serie de afecciones graves a lo que viene siendo el ecosistema general durante la explotación de la mina", afirma Javier Andaluz, miembro de 'Ecologistas en Acción'.

El gobierno regional insiste en que los proyectos se encuentran en una fase muy inicial y aseguran que estarán vigilantes.