A Luis lo han operado de un cáncer de colon en el Hospital de Ourense, pero su calvario no ha terminado. Falta una prueba de TAC que diga si ha mejorado o empeorado.

Esa prueba dirá si Luis debe recibir o no más quimioterapia. "Lo más importante del cáncer es cogerlo a tiempo. Me operaron, pero a día de hoy no sé si tengo un problema o no", explica.

El padre de Laura necesita un TAC antes de iniciar cada sesión de quimioterapia. Sin embargo, ya van dos veces que el TAC llega tarde, a pesar de haber presentado cuatro reclamaciones.

Hay tantas reclamaciones que los trabajadores del hospital han pedido soluciones al centro. "El equipo médico no puede valorar al paciente al no tener las herramientas médicas", apunta Asunción Maus, presidenta de la Comisión de Centro del Hospital de Ourense.

Cristina, que acompañaba a su marido a las terapias, ha prestando su queja a la defensora del pueblo gallego. "Es un sufrimiento añadido", comenta.

El hospital de Ourense dice que ya tienen tres máquinas de TAC funcionando a pleno rendimiento, uno de ellas 24 horas, y que este mes contratarán a un nuevo radiólogo. Añaden que Ourense es el área sanitaria que más TACs solicita.