Cuando una mosca negra ataca, no pica, muerde. Los efectos que produce son: enormes inflamaciones, pequeñas heridas y todo acompañado de mucho picor y dolor. Hay casos en los que los afectados están "con el codo totalmente hinchado, con el ojo sin cerrado, en el caso en el que le hayan picado en el párpado", explica una vecina del sur de Madrid.

Es el problema que llevan sufriendo varias semanas los vecinos de un barrio en el sur de Madrid. "Hay muchas picaduras rojas y grandes", asegura una vecina. El Ayuntamiento ya ha comenzado a fumigar, pero una vez aparece la plaga es muy difícil de erradicar porque sus larvas se desarrollan en el agua.

La mosca negra es muy pequeña, raramente supera los tres milímetros y, a diferencia de la mosca doméstica, cuenta con unas piezas bucales cortantes. Su objetivo preferido parecen ser los niños.

Las farmacias de la zona aseguran las ventas de repelentes extrafuertes para zonas tropicales y pomadas con corticoides se han disparado. "Las ventas han aumentado una barbaridad, como un 60% respecto al año pasado"; afirma un farmacéutico.

En Cataluña y Aragón conocen bien sus efectos, han sufrido varias plagas. Sólo en Aragón atendieron a 28.000 personas con estas mordeduras, pero ahora su presencia se ha extendido, pasando del Ebro al Mazanares. Los expertos advierten que el año que viene podría sobrevolar Extremadura y Andalucía.