Horas de tensión para evitar que el agua dañe los pocos muebles que han podido salvar, una noche sin pegar ojo que ha sacado de sus viviendas a decenas de vecinos.

"A las cuatro de la mañana vino la Guardia Civil diciendo que nos fuéramos porque el canal se estaba desbordando, nos hemos ido con los niños", asegura una vecina de Campillos.

Los vecinos no cesan de achicar agua en sus viviendas. "Estoy limpiando los muebles lo mejor que puedo, no sé ni por dónde empezar", explica otra vecina.

Con el mobiliario inservible y el suelo cubierto de lodo y residuos, así se han encontrado algunos propietarios sus comercios: completamente arrasados. "Esto no tiene fin, no me sirve ya nada", lamenta una joven.

Desde el Ayuntamiento de Campillos han pedido a quienes tengan tractores o alguna embarcación neumática que se dirijan a la Guardia Civil y a la Policía para ayudar en los destrozos provocados por la lluvia.

"Acerco a sus casas a gente que no ha podido llegar", explica el dueño de un tractor.

Una noche horrible, cuentan los vecinos, que trabajarán codo con codo para recuperar la normalidad.