Antonio ha trabajado más de 40 años como marinero, pero ahora pocos quieren seguir sus pasos. "Sin pisar tierra he llegado a estar 5 meses", admite a laSexta. Ahora, ya jubilado, cuenta que no volvería a escoger esta profesión. "Lo más duro está siendo la ausencia. No ver crecer a tus hijos, no verles dar los primeros pasos", afirma.

Galicia es la comunidad con más marineros de España, con 20.000 afiliados al régimen especial del mar. Pero ha habido un descenso significativo en la última década, del 13'82%. En la comunidad han pasado de 23.174 a 19.971 afiliados, según datos de la Seguridad Social.

El problema es que los jóvenes no quieren ser pescadores, y no quieren coger el timón. Pero es que el 65% de los marineros activos en Galicia rondan la edad de jubilación. El problema es evidente: no hay relevo generacional. "Es una vida muy sacrificada", subraya Antonio Soage. "Tienes que renunciar a muchas cosas importantes".

Las escuelas, llenas, pero para mercante o recreo

Galicia perdió más de 600 pesqueros en una década por la falta de marineros. Y de las escuelas náutico pesqueras deberían salir relevos, puesto que están llenas de alumnos, pero el porcentaje que se dedica a la pesca es mínimo.

"Una parte importante del alumnado se va a otras ramas, como la mercante o de recreo", explica Engracia Trillo, directora del Instituto Marítimo Pesquero de Vigo. "Eso hace que mucha gente opte por quedarse en tierra".

Más sacrificio, menos sueldo

Manuel Triñanes, de 19 años, acaba de volver de Costa de Marfil tras estar embarcado cuatro meses en un atunero. "La cosa es que mis padres querían que estudiara una carrera. Acabé estudiando patrón de altura y me gustó más la pesca, y ya me decidí quedarme", relata.

Antes, el salario era lo que más atraía a los jóvenes. "Ahora se cobra menos", sonríe Manuel, "por lo que me han dicho". Antonio lo certifica: "Mi primer coche lo compré en una marea de tres meses en Boston".

Dos de cada diez tripulantes son extranjeros

Los extranjeros son ahora la solución para cubrir los puestos de marinería, y evitar la pérdida de más embarcaciones y los paros forzosos. Dos de cada diez tripulantes en Galicia no son españoles.

Porque la pesca representa un 2% del PIB gallego, un sector en el que hay trabajo, pero no relevo generacional.