La Justicia investiga a tres trabajadores de la residencia de mayores Los Nogales de Hortaleza por maltratar a dos mujeres que residían en el centro. Según la Fiscalía, les retorcían el pecho, les pegaban, les amenazaban, les insultaban y les asustaban diciéndoles que iba a ir el demonio para llevárselas al infierno.

En la denuncia, la Fiscalía pide al juez que cite en calidad de investigados a Mónica Moya Pérez, Bryan Israel Noboa Calle y María Josefa Trueba López y en calidad de testigos a los responsables de la residencia.

La denuncia la puso el hijo de una de ellas tras grabar en vídeo estos malos tratos. El denunciante aportaba junto a su escrito tres vídeos grabados en el interior de la habitación y ocho fotografías de lesiones que presuntamente habían sido infringidas presuntamente por el personal de la residencia.

Lo que recoge el escrito de la Fiscalía es durísimo, con situaciones en las que pegan a las mujeres, les amenazan con "arrancarles la cabeza" y les meten miedo, diciéndoles que antes de dejar que se acuesten va a venir el demonio, tal y cómo se puede ver en los vídeos cedidos por la Cadena Ser.

A una de ellas le dan bofetadas, a otra le quitan de forma brusca la dentadura postiza y le amenazan con arrancarle la cabeza si muerde. También les frotan pañales por la cara, se ríen constantemente de ellas, les pegan golpes en la cabeza y las llaman guarras.

Esta es parte de la transcripción que la Fiscalía ha realizado de los vídeos: "Le quita bruscamente la dentadura postiza a una de las ancianas mientras le dice 'eh cabrona, a ver qué te quito esto, no se muerde, eh'. Tras esta última maniobra y dirigiéndose hacia otra anciana le dice 'y tú igual, como me muerdas es que te arranco la cabeza. Que estoy muy loca'".

"Sale del baño y acerca su mano izquierda a la cara de anciana dos, a quien le manifiesta: 'He meado y me he secado con la mano el chumino'. Mirando a anciana dos, le dice 'eh… te arranco el pescuezo, eh puta'. Lanza una almohada a anciana dos, quien está sentada en la silla de ruedas. Dirigiéndose a anciana dos, le comenta 'te juro que cogería el colchón y te lo tiraría en la cabeza'. Comentario que provoca las risas entre ambos investigados", continúa el auto.

"Refiriéndose a un azote leve que Bryan da a una de las ancianas le dice: 'Hija puta. Le ha molado, ¿te ha gustado? ¿No?' y tras ello restriega varias veces un empapador o pañal en la cara de la otra anciana".

"Mientras le pone una mano delante de la cara a esta última, le manifiesta: '¿Tú quieres que te arranque la cabeza? ¿Eh? ¿Te arranco la cabeza?', y la pinza durante algunos segundos la nariz. Previamente a salir ambos investigados de la habitación, la anciana se queja y esta le contesta: '¿Qué quieres? A dormir la mona. Venga, a dormir, que va a venir el demonio ahora'", concluye.

En otro de los vídeos el fiscal relata que se observa cómo tras escucharse "una ventosidad", "ambas empleadas se ríen y se escuchan como cachetes y la auxiliar Mónica llamar "guarra" a una de las personas mayores para seguidamente decirle: "Te mato".

La Cadena SER ha hablado con el hijo de una de ellas, ya fallecida, que fue quien grabó los vídeos y los llevó a Fiscalía. Desde mayo de 2015, fecha en la que ingresaron a su madre en la residencia Los Nogales de Hortaleza, empezó a ver cosas que le chocaban: "Presentaba hinchazones en rodillas y tobillos. Tenía hematomas en diversas partes del cuerpo. Entonces empecé a hacer escritos a la directora de la Residencia para que me explicaran el motivo de esas magulladuras".

La respuesta que le daba la directora, verbalmente en su despacho y por escrito en otras ocasiones, es que todo estaba bien, que los trabajadores trataban estupendamente a los ancianos y que los golpes que tenía su madre se los habría hecho ella misma. Fue entonces cuando decidió colocar cámaras y grabar.

La consejería de Políticas Sociales asegura que va a esperar a que el caso se resuelva judicialmente para decidir si toma medidas.

La empresa, que gestiona la residencia en el distrito de Hortaleza, ha comunicado a la Comunidad de Madrid que dos de los acusados ya no trabajan para ellos y que el tercero ha sido despedido de forma inminente.