Los efectos de ciclones, tifones y huracanes como Harvey, serán cada vez más habituales por culpa del cambio climático. "Cada vez son más potentes, cada vez son más intensos, y eso, en cierta manera, tiene que estar relacionado con las modificaciones que estamos introduciendo en el sistema climático", comenta Felipe Fernández, catedrático de geografía física en la Universidad Autónoma de Madrid.
Aunque Harvey se ha desarrollado dentro de la época propia de huracanes en el Caribe, su potencia e intensidad se han multiplicado por el calentamiento global. "Porque la temperatura del Atlántico, en ese entorno, ha aumentado en bastantes grados y es el principal motor que alimenta el fruto de la evaporación en los fenómenos de huracanes", afirma Carlos Arteaga, geógrafo y miembro del grupo de investigación 'GeoHumedal'.
Harvey ha provocado tantos daños porque se mantuvo, prácticamente, encima de Houston sin moverse durante días. "Al encontrarse en una superficie como por ejemplo Houston, urbanizada, muy densa y bastante amplia, se ha retroalimentado, esa retroalimentación ha provocado que no se disuelva la tormenta", asegura Fernando Allende, profesor de análisis geográfico regional de la UAM.
Pero no hay que irse hasta Texas para comprobar los efectos del cambio climático. España es uno de los países que más sufrirá estos fenómenos extremos. "Estamos hablando de precipitaciones, de granizo, de viento, de sequías... une a la cantidad de personas que estamos viviendo en estas zonas", comenta Felipe Fernández.
Paseos marítimos, urbanizaciones a pie de playa, puertos, la pregunta no es si se verán afectados, sino cuándo. "Las precipitaciones que descargan en la cabecera de las montañas levantinas, por ejemplo, inundarán o provocarán destrucción en las construcciones sobre Las Ramblas, que es otro espacio también delicado", explica Fernando Allende.
Cambiar el modelo de energías sucias como el petróleo, por las renovables, aún nos puede dar una oportunidad y evitar que las imágenes de inundaciones se repitan.