En el Hospital General de Castellón el sistema para llamar a las enfermeras desde las habitaciones de los pacientes dejó de funcionar, asi que, visto que no se reparaban, tuvieron que invertarse un sistema alternativo: con un bote de orina y un puñado de clips dentro, crearon sonajeros caseros.
La foto de estos botes, con la palabra ‘Timbre’ escrita en ellos se ha publicado en la prensa, generando tal polémica que los han tenido que retirar. Pero ahora los pacientes, la mayoría recién operados, no tienen forma de llamar a las enfermeras.
Este sofisticado sistema ha permanecido vigente durante un mes y es que la empresa de mantenimiento reclama su deuda y se niega a prestar sus servicios hasta que no se salde.
La Consellería de Salud ha reconocido esa deuda, dicen que solo son 1.500 euros, pero aseguran que un nuevo sistema de timbres ya está encargado, aunque no se instalará hasta julio. Mientras tanto, a los pacientes solo les queda avisar a las enfermeras a gritos.