Ángel Hernández Pardo, detenido este miércoles por ayudar a morir a su mujerMaría José Carrasco, diagnosticada desde hace 30 años de esclerosis múltiple, evitó hace 23 años que ella misma acabara con su vida, según ha informado este jueves el vicepresidente de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), Fernando Marín, organización a la que el detenido pertenece.
Precisamente fue hace años cuando la propia Carrasco pidió a la organización que acudiese a su casa para que le explicaran qué opciones tenía para poder morir, ya que llevaba años siendo totalmente dependiente, "no podía ni coger un vaso". Tras mucho tiempo solicitando a su marido que le ayudara a morir, y después de estar a la espera de la aprobación de la Ley de Eutanasia, y que finalmente no saliera adelante como consecuencia de la disolución de las Cortes, Hernández acudió al mercado negro, en Internet, a comprar pentobarbital sódico para ayudar a morir a su mujer.
El producto se bebe y, según ha explicado Marín, tarda unos 30 minutos en hacer el efecto buscado. "Ángel ha estado aplazando esta decisión, pero su mujer no estaba dispuesta a aguantar más tiempo y no le quedó mas remedio que hacerlo", ha dicho el vicepresidente de DMD.
Precisamente esto es lo mismo que el marido escribió en una carta remitida a la organización, en la que señalaba que no le iba a quedar "más remedio" que ayudar a su mujer ante su "constante demanda" de que lo hiciese. "Esta historia quedará concluida cuando María José, en su derecho a poner fin a su malvivir, y en uso de su libertad decida seguir adelante con su suicidio. Es evidente que el deseo de María José a fin de que se cumpla se necesita que se le ayude, por su incapacidad a realizarlo por ella misma, y como es una constante en ella demandar ese auxilio no habrá más remedio que proporcionarle esa ayuda para que su deseo se cumpla", dijo en la misiva.
Finalmente, este miércoles cumplió con el deseo de su mujer y, una vez hecho, llamó a la organización para comunicar que "ya le había ayudado a morir" y, posteriormente, a la policía que, junto al SUMMA, acudió al domicilio y le detuvo acusado de un delito de homicidio.
Ángel comunicó a los agentes el caso y, de hecho, él mismograbó un vídeo del momento en el que le administraba el fármaco. En la cinta, Ángel le dice a su mujer que ha llegado el momento que "tanto deseaba" y le pregunta en varias ocasiones si está decidida en tomárselo, a lo que ella responde afirmativamente moviendo la cabeza, y él le explica que le va a prestar sus manos porque ella misma no puede. Una vez ingerido el vaso, le coge la mano para "notar la ausencia definitiva de su sufrimiento".
Incluso, un día antes de morir, la propia María José grabó otro vídeo en el que decía, en respuestas afirmativas a preguntas de Ángel, que no quería esperar más tiempo a poder fallecer, que sabía que le tenía que ayudar su marido a poder morir y que se lo había pedido en multitud de ocasiones.
La detención del marido de María Jesús ha salido calificada por el vicepresidente de Derecho a Morir Dignamente como "fuera de lugar y de delicadeza" porque tuvo que salir de la vivienda esposado cuando dio todo tipo de explicaciones. Sin embargo, desde la organización se muestran optimistas respecto al futuro legal de Ángel y esperan que este mismo viernes sea puesto en libertad.
Y es que, el artículo 143.4 del Código Penal castiga a aquel que cause o coopere activamente en "actos necesarios y directos a la muerte de otro, por la petición expresa, seria e inequívoca de este, en el caso de que la víctima sufriera una enfermedad grave queconduciría necesariamente a su muerte, o que produjera graves padecimientos permanente y difíciles de soportar".
Unas condiciones de vida que eran a las que se enfrentaba María José, si bien la forma en la que su marido le ayudó no fue de forma directa, ya que sólo le acercó el vaso para que ella misma se lo bebiera. "No hay jurisprudencia al respecto y creemos que no va a tener que entrar a prisión", ha dicho Marín, para preguntar "¿cuántas María José habrá mas en España y cuántos Ángel?".
Por ello, desde DMD solicitan la aprobación de una ley de eutanasia, recordando que otros países como Holanda o Bélgica ya lo tienen regulado y no se ha producido ningún abuso, por lo que "está claro" que la normativa se puede hacer con "plenas garantías". "Hay muchas personas que están esperando a que se regule su derecho a morir y es una irresponsabilidad no hacerlo porque es ir en contra de su voluntad".
La eutanasia se puede regular sin poner en peligro a las personas vulnerables y, además, se vive como una liberación, por lo que la muerte es mucho menos traumática", ha aseverado Marín.