"Nosotros, como ateos que somos, sabemos que la única vida que hay es esta. No hay otra", relataba Ángel Hernández en una entrevista concedida e El País en la que explicaba la situación que sufría su mujer. María José Carrasco padecía esclerosis múltiple desde hacía 30 años, y quería acabar con su vida.

Así explicaba él la vida de María José: "Es una decisión peliaguda a la hora de decidir si hacerlo. Pero cuando ella está en unas condiciones irreversibles, que cada vez va a peor, va a depender de convencerla de que a mí no me preocupa". Se refería a las consecuencias de ayudar a su mujer a morir.

María José tenía claro lo que quería desde hacía mucho tiempo. "Ella hizo un intento de suicidio hace 'veintantos' años. Yo, en aquella época, todavía pensaba que podía disfrutar algo de la vida. La reanimé, hice que vomitara y que andara. Aborté ese suicidio", recordaba Ángel. Años después, su mujer seguía segura de la decisión.

"Aunque aprobaran la Eutanasia hoy o mañana, va a ser un proceso largo hasta que se haga definitivo. Pero ella ya no puede esperar", continúa Ángel, que añade: "Ella tampoco quiere paliativos. Quiere hacerlo, pero tiene que decidir". Ángel tenía claro en ese momento cuál era la solución: "Lo lógico es la eutanasia. Ni siquiera quiere sedación, porque... ¿para qué?".

Y María José también. Así lo afirmaba ante las cámaras: "Quiero el final. Cuanto antes, mejor. Quiero morirme". Ángel Hernández fue detenido por la Policía Nacional acusado de haber suministrado una sustancia a su mujer, en fase terminal, para ayudarla a morir en su domicilio.