La guerra civil establecida en Siria siempre ha tenido un foco claro, la ciudad de Alepo. Gran parte de sus habitantes se han visto obligados a huir del horror de los bombarderos que sobrevuelan la ciudad cada día provocando el caos. Muchas personas han podido marcharse, excepto uno: Mohammad Alaa Aljaleel.

Este hombre sirio, y tal y como recoge la BBC, se niega a abandonar la ciudad para cuidar a más de un centenar de gatos callejeros que han tenido que permanecer en Alepo ante la huida de sus dueños. En declaraciones al medio británico, Mohammad ha explicado que "algunas personas solo les dejaron conmigo sabiendo que amo a los gatos".

Electricista de profesión, este hombre cambió el maletín de herramientas por las ambulancias cuando estalló la guerra. Se dedicó a conducir ambulancias para socorrer a todas esas personas que necesitan ayuda en la ciudad, ante la pasividad de los gobiernos internacionales. Además, este amante de los gatos ha establecido un santuario gatuno donde les da cobijo.

Todo comenzó en 2011 con 20 felinos y ahora tiene más de un centenar. "Dado que la gente se ha ido del país, incluso mis propios amigos, estos gatos se han convertido en mis amigos", ha explicado, al mismo tiempo que indicaba que no tiene ninguna intención de abandonar la ciudad.