Basta con echar un vistazo a las principales redes sociales para encontrar sin buscar demasiado, imágenes de mujeres con poca ropa: hipersexualizadas. Es la cosificación de la mujer y existe en diferentes ámbitos sociales. El cuerpo de la mujer aparece únicamente como un objeto sexual.
También se encuentran fácilmente imágenes de hombres mostrando abdominales, aunque la idea que se transmite a las chicas es diferente. La socióloga Beatriz Ranea explica a laSexta el peligro del mensaje de que "para ser atractivas y mejor valoradas socialmente tenemos que exponernos y sexualizarnos nosotras mismas".
Algunas redes van más allá del like, llegando a ofrecer, por ejemplo, material sexual explícito a cambio de dinero. La idea que se transmite es alarmante, sobre todo para las más jóvenes. "Es la prostitución 2.0. No seas tonta y explótalo. Sé dueña de ti misma y explótalo. Saca beneficio de ese cuerpo que tienes. ¿Para qué quedarse con el like si se puede sacar rentabilidad?", alerta Ranea.
Pero esa hipersexualización no sólo se da en las redes sociales. También tiene su espacio cultural. Las mujeres también aparecen cosificadas en canciones y vídeos musicales.
"No hay nada malo en la sexualidad pero si la sexualidad de las mujeres es solo para dar placer a los hombres tenemos un problema", explica la artista visual Yolanda Domínguez. Porque tampoco suelen ser cuerpos diversos y eso lleva a soportar una alta presión estética. "Joven delgada y en la mayoría de los casos, blanca", añade Domínguez.
Estereotipos y mitos sobre su sexualidad que, en el caso de las mujeres negras, llevan soportando siglos. "Somos calientes, soy una bomba sexual", son ideas extendidas en la sociedad sobre la mujer negra. Y hay más, saben bailar, mover muy bien las caderas... "¿A quién no le han preguntado cuánto cobra por la calle?", denuncia la periodista Lucía-Asué Mbomío Rubio.
Así que si a la hipersexualización le sumamos el consumo de porno y la falta de educación sexual, tenemos un cóctel explosivo para nuestros jóvenes. Por eso las expertas insisten en que la clave está en la educación sexual desde la infancia para construir una sociedad igualitaria.