Se señala el pecho, abre los brazos al público y avanza entre bravos y aplausos. Esta aparición casi estelar en la Semana Santa Marinera de Valencia del año pasado a Ramón le ha costado el bis.
Al terminar el desfile le dijeron que le habían sancionado y le enviaron a casa una multa de 300 euros por no vestir con decoro. La túnica, casi bata de cola con un hombro al aire, son un exceso interpretativo para la Comisión de Recompensas y Disciplinas de la Junta Mayor.
Pero para Ramón, sólo era la renovación de una túnica clásica de años anteriores. Y pudo haber sido más atrevido, ya que asegura que le hubiera gustado llevar el costado al aire, pero se veía un poco exagerado.
Además del hombro al aire, la Comisión reprueba su actitud ostentosa y de parodia, sobre todo sus "bendiciones al público". Pero para Ramón solo son gestos de agradecimiento.
Ramón recurrió la multa, que se quedó en 60 euros, pero le llegó una penitencia mayor: su Hermandad, la del Santísimo Cristo del Salvador, le prohíbe procesionar este año. Decepcionado, tras más de 20 años haciéndolo, Ramón se retira.