El alijo, formado por 29 palés de cigarrillos y de un valor estimado en 3,8 millones de euros, se encontraba en el fondo del camión, tras una partida de pescado congelado, explicó el Ministerio de Hacienda en un comunicado.

Fueron los aduaneros de la brigada de Hendaya los que descubrieron la mercancía gracias a un escáner móvil. El chófer, de cuya identidad el Ejecutivo francés no dio detalles, quedó en manos de la justicia, que va a proseguir la investigación.