La empresa Fidere, que gestiona las viviendas que adquirió un fondo de inversión a la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo durante la etapa de Ana Botella en el Consistorio, ha comunicado a la presidenta de la Asociación de Afectados por la Venta de estos inmuebles, Arancha Mejías, que no renovará su contrato de alquiler y que debe abandonar su piso en un plazo de 30 días.

En la misiva, Fidere comunica a Mejías que no renovará su contrato de alquiler en el Ensanche de Carabanchel. Mejías había accedido a la vivienda en octubre de 2006 con un contrato de arrendamiento con protección pública, que en 2013 pasó a ser propiedad de Fidere en el proceso de enajenación de 1.860 pisos que emprendió en su día el Ayuntamiento durante la etapa del PP.

La propietaria del inmueble solicita, en virtud de la Ley de Arrendamientos Urbanos, que no procede a renovar el contrato y que debe dejar disponible la vivienda en un plazo de un mes. Según ha manifestado la afectada, "nunca" ha tenido un mal comportamiento ni se ha retrasado en ningún pago, por lo que no entiende por qué no se le da la oportunidad de seguir viviendo en la que lleva siendo su casa durante 10 años, ya que a otros vecinos "sí se lo han concedido".

Además, Mejías ha anunciado que llevará acabo una denuncia pública, ya que cree que la causa de este trato es por ser la "cara pública" de la asociación. Precisamente Mejías fue una de las comparecientes en la comisión de investigación municipal que aborda la venta de viviendas de la EMVS al fondo de inversión Blackstone y que gestiona Fidere.

En la sesión celebrada el 1 de julio, la presidenta de la Asociación de Afectados por la Venta de Viviendas Públicas de la EMVS declaró que Fidere era un "fondo hiena" que subía progresivamente los alquileres supuestamente sociales un 43% y limitados únicamente a tres años, cuando algunas de las promociones tenían derecho a la compra pasados diez ejercicios.