Maria José, la madre biológica de Joan, está dispuesta a que el menor siga teniendo en su vida a su familia preadoptiva, pero siempre por las buenas. "Por nuestra parte, no hay ningún problema en que poco a poco se puedan ir teniendo más visitas Ahora, si van a calumniar, lo único que van a conseguir es que mi cliente se cierre en banda", ha declarado su abogada Nieves Ibáñez.

Noelia, la madre preadoptiva también tiende su mano a Maria José. "Nosotros estamos dispuestos a darle todos los contactos posibles y abrirle las puertas de la vida de Joan".

Es un avance, un gesto de conciliación entre tanto dolor, que no significa, a falta de la resolución del Tribunal Supremo, que ninguna vaya a renunciar a su custodia. "Le pido que recapacite porque tiene 19 años y Joan tiene una familia", añade Noelia.

Es el segundo día que Joan pasa con su madre biológica y, según asegura su abogada, el niño está contento y feliz.

Alberto, el padre preadoptivo de Joan, en una carta abierta ha querido aclarar que si no hubo adaptación del pequeño fue porque no se lo notificaron y pide cambiar el sistema. "Cuando se junta una lesgislación absurda y kafkiana, una administración pública que no está preparada

y un poder judicial que se desentiende, el resultado no puede ser otro que sufrimiento", argumentaba en uno de los párrafos del escrito.

Ambas familias, que consideran que todos son víctimas, tendrán que luchar para intentar arreglar un sufrimiento que se pudo haber evitado.