Se trata de en un nuevo
caso de falsa denuncia por enfermedad en algún destino vacacional español que
la justicia del Reino Unido rechaza, tras el caso de la familia que denunció
una falsa intoxicación en un hotel en Canarias, pero es la primera vez que
alguien se presenta ante un tribunal penal en el Reino Unido acusado de una
falsa reclamación por enfermedad durante sus vacaciones.
Los demandantes se enfrentan
a una posible pena de cárcel de entre 18 meses y seis años de prisión si son
declarados culpables de intento de fraude. La pareja, Deborah Briton y Paul
Roberts, presentó varias reclamaciones, para ellos y dos de sus hijos, en las
que alegaban haber sufrido una intoxicación alimenticia en sus vacaciones en
Mallorca.
Además, una de las hijas
de la familia, Charlene Briton, de 30 años, presentó otra demanda similar para
ella y su hija tras las vacaciones que pasaron en 2016 en la isla balear. Las tres
personas acudieron la pasada semana a una vista preliminar ante la corte
judicial de Liverpool, donde se declararon inocentes de seis cargos de fraude,
según informó 'The Sun'.
Se trata de la primera
vez que alguien se presenta ante un tribunal penal en el Reino Unido acusado de
una falsa reclamación por enfermedad durante sus vacaciones, ya que la
sentencia que condenó a la pareja que veraneó en Gran Canaria fue por la vía
civil y se saldó con una multa contra los propios demandantes.
El juez de distrito
Andrew Shaw ha comunicado a los acusados que remitirá el caso al Tribunal
Superior de lo Penal para su juicio dado que las acusaciones representan un
"fraude sofisticado con un valor relativamente alto de dinero reclamado".
A los acusados se les ha impuesto una fianza, a la espera del juicio, que se
celebrará el próximo 10 de agosto.
La semana pasada otra
pareja británica fue condenada a indemnizar con 3.744 libras (4.188,2 euros) a
Thomas Cook después de un juez del Liverpool (Inglaterra) desestimara una falsa
reclamación por enfermedad sufrida por los turistas en sus vacaciones en un
hotel de Canarias en 2013.
La pareja, Julie Lavelle
y Michael McIntyre, reclamó una indemnización de 10.000 libras (11.186,5 euros)
por una supuesta intoxicación que sufrieron ellos y sus dos hijos en España
culpando a la mala comida e higiene de su hotel en Gran Canaria y alegando que
sus síntomas continuaron después de haber regresado a Reino Unido.
El juez desestimó la
denuncia y concluyó que no había pruebas creíbles de que ellos o sus dos hijos
hubieran sufrido tal intoxicación en sus vacaciones en Gran Canarias.