"Mi cielo, esta noche pondré esta vela para que sepas que siempre voy a estar aquí, esperando el día en que volvamos a estar juntas y nuestras almas no se separen nunca más. Parece que hace un momento te hubieses ido por la puerta, y sigo esperándote, aunque sé que ya nunca la abrirás. Pero, ¿sabes? Has abierto otra mucho más grande, inalcanzable para los mortales, esa de la que sólo tu tenías llave. Y esa puerta va a estar abierta desde el cielo para ayudar a todos los que seguimos aquí, te amo tal y como tu me enseñaste", le ha dedicado la madre a su hija.

Esta dedicatoria va acompañada de una imagen de una vela con el texto de Jim Morrinson: "La muerte hace ángeles de todos nosotros y nos da alas donde antes teníamos sólo hombros... suaves como garras de cuervo".