Uno de los heridos en el accidente de la fábrica IQOXE de Tarragona, Felipe Rendón, ha asegurado que, antes de la explosión, oyó "un ruido muy fuerte, como si fuera una olla a presión, como si saliera vapor o gas".

El herido, que tenía un contrato de un mes para sustituir una baja después de tres meses de prácticas para un curso de grado superior, ha explicado en RAC1 que tras la explosión, que le quemó una mano, recibió el impacto de un trozo de chatarra del tamaño de la esfera de un reloj de pulsera, que se le incrustó en el cráneo.

"Cuando explotó todo, noté como si se me estuviera fundiendo la cabeza; nunca pensé que tendría un metal", ha señalado el trabajador de la fábrica, a quien los médicos del Hospital Joan XXIII de Tarragona le extirparon el hierro. Ahora está ingresado en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, donde le operarán de las quemaduras que tiene en la mano.

"Estoy bien, dentro de lo que cabe, bastante mejor", ha dicho el herido, que ha recordado que estaba a unos veinte metros de donde ocurrió la explosiónhaciendo una ronda para controlar los niveles de los tanques de la fábrica.

"Sonó como si fuera una olla a presión, muy fuerte, mucho. Me dolían los oídos, no se podía estar allí. Fui a la sala de control, el panel que se derrumbó, para avisar de que algo no funcionaba bien. Después fui a mi sala de control, que está un poco más lejos, para avisar a mi contramaestre. Caminé diez metros y entonces vi el fogonazo, intenté correr y no pude ni empezar", ha rememorado.

"Notaba como si la cabeza se fundiera, como si estuviera quemando toda, caí al suelo, intenté hacerme una bola para taparme, me puse la mano en la cabeza y noté que me quemaba todo el cuerpo, la cara... Sentí a mi contramaestre, que me llamaba, de lejos, y fui hacia él", ha dicho Rendón.

El trabajador ha lamentado la tardanza de más de una hora de la ambulancia en socorrerle. "Estaba muy enfadado, en el vestuario. Tuve un ataque de ira. Tampoco sabía que había más heridos, si no, me hubiera calmado", ha explicado.

"No me parecía correcto estar una hora y media sentado allí, porque me salía bastante sangre de la cabeza. Estaba congelado de frío porque lo primero que hicieron fue ponerme en la ducha con agua fría, por si tenía productos químicos, por las quemaduras...", ha añadido. "Cuando salí fuera y vi un compañero en el suelo me calmé bastante. Pensé que había gente que estaba peor", ha concluido.

Foto: RAC1