Con moratones en los brazos y con la voz entrecortada, María recuerda la última agresión que asegura que sufrió hace tan sólo cinco días. "Cuando me coge por el brazo, me tira en el suelo, me dio en la cabeza, me cogió y me dijo 'yo a ti te mato como mataron a tu hermana, que lo sepas, que te quede claro'", señala María García, denunciante.

Su expareja y presunto agresor la acorraló en la calle y a plena luz del día, a pesar de tener una orden de alejamiento y de llevar encima un dispositivo que avisa en caso de emergencia. "Él sabe que tengo el teléfono y nada", explica García.

La agresión anterior ocurrió el 27 de febrero; sostiene que su expareja intentó tirarla por la ventana. Fue ahí cuando decidió por fin plantar cara porque ya había sufrido dos ataques el año pasado, pero retiró la denuncia. Ahora saca fuerzas por su familia: "A mí no me importa morir, si me mata, me mata, pero yo no quiero implicar a mis hijos, les he prohibido ir a los juicios conmigo, les digo que por favor se mantengan a parte".

Pide que de momento añadan una medida cautelar más; que pongan a su expareja la pulsera para vigilar sus movimientos las 24 horas del día. "Si pita cuando está a menos de medio kilómetro van y yo puedo estar tranquila", señala María.