Los pueblos de la ribera del Ebro de Zaragoza han pasado la noche sin sobresaltos por la crecida extraordinaria del río Ebro, cuyo caudal comienza a descender paulatinamente en estas poblaciones mientras la punta de la avenida está prácticamente ya en Cataluña.
Al final, no fue necesario activar las evacuaciones de las localidades de Pina, donde el caudal desciende lentamente, y de Quinto de Ebro, en la que han estado trabajando durante la noche seis camiones de la empresa pública Sarga y dos palas excavadoras para reforzar la mota, con buenos resultados.
También en Gelsa, otra de las poblaciones en las que preocupaba la situación a la que ha llegado la punta de la riada, la Confederación Hidrográfica del Ebro ha estado trabajando con maquinaria pesada en el refuerzo de la mota, en la que se ha registrado pequeñas filtraciones sin importancia.
Aguas arriba de Zaragoza, han estado trabajando efectivos de la Unidad Militar de Emergencias achicando agua en la localidad de Novillas y también en Boquiñeni, cuyos vecinos pudieron regresar a sus viviendas pero siguen sin agua potable, que se espera que se pueda restablecer a lo largo del día.
La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, se reunirá en Zaragoza con técnicos del Sistema Automático de Información Hidrológica de la Confederación Hidrográfica del Ebro antes de viajar a Navarra y La Rioja para ver sobre el terreno las afecciones de la crecida del Ebro.
Por su parte, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, visitará varias de las localidades zaragozanas afectadas por la avenida extraordinaria y junto al líder socialista aragonés, Javier Lambán, mantendrá una reunión con alcaldes de la ribera del Ebro en el Ayuntamiento de Pradilla.
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